miércoles, 28 de noviembre de 2012


Queridos niños del mundo

Mi nombre es Bradley Bartleby. Si no han oído hablar de mí, probablemente es porque son unos miserables ignorantes.

Mi familia es inmensamente rica, y vivo en una enorme casa con un jardín que es tan grande que se puede perder un elefante en él. Ustedes podrían pensar que ser rico significa que puedo tener todo lo que quiero. Por desgracia, este no es el caso. Mientras que mis padres ceden a cada una de mis demandas, no todo el mundo sigue su buen ejemplo.

Hay un hombre en particular, que se niega obstinadamente a darme lo que quiero. Su nombre es Papá Noel.

Mientras este gordo tonto les da regalos apropiados a todos ustedes cada Navidad, parece decidido a no hacer lo mismo por mí. Desde que era un bebé, el único regalo que me ha dado es un par de estúpidas medias, lo que es más un insulto que un regalo.






No estoy dispuesto a tolerar esto por más tiempo, así que esta Navidad me voy a asegurar de obtener lo que quiero de Papá Noel: voy a tomar todos los regalos que tenga.

Para ello me he pasado todo este año convirtiendo mi casa en una estupenda TRAMPA PARA PAPÁ NOEL. Aunque todavía tengo algunos trabajos por hacer, estoy seguro de que voy a  agarrar  al panzón colorado.
Obviamente, tengo la esperanza de atraparlo al principio de su viaje, cuando todavía tenga la mayoría de sus regalos. Esto significará que algunos de ustedes no obtendrán obsequios este año. Sé que muchos mocosos van a estar molestos por esto. A esos niños les digo: "BUUUHUUUU!", "MIRA AL BEBITO LLORÓN" y… "MALA SUERTEEEEE!".
He sufrido muchas Navidades decepcionantes, ¡ahora es tu turno!

Soy consciente de que hay un libro ilustrado titulado "Una trampa para Papá Noel" que pretende contar la historia de lo que estoy haciendo. Tengo que admitir que la primera mitad del libro contiene un relato de inquietante exactitud del comienzo de mi vida y los acontecimientos de los últimos meses. El autor y el ilustrador del libro claramente me han estado espiando. Tengo que mejorar la seguridad aquí en Bartleby Hall: parece que tener tigres hambrientos que recorren los jardines no es suficiente.

No me molesté en leer la segunda mitad del libro, ya que era claramente una tontería inventada. Al parecer, muestra eventos que ¡ni siquiera han ocurrido todavía! El escritor y el ilustrador del libro, Jonathan Emmett y Poly Bernatene, son evidentemente unos charlatanes, y los editores del libro, Macmillan Argentina, deben ser unos idiotas crédulos. Yo les pido encarecidamente  que ignoren por completo el libro; solo existe este retrato de mí bastante atractivo en la portada.


Así que sugiero que compren una copia, pongan la tapa en un marco imponente y caro, y tiren el resto del libro, o mejor aun, ¡quémenlo!

Como soy un poquito morboso (me gusta la idea de hacerlos sufrir), armé una página de Facebook donde estaré publicando un informe diario de cómo voy dando los toques finales a mi trampa.
¡Vayan de inmediato, manga de atorrantes! www.facebook.com/Trampaparapapanoel

La primera publicación será el 1º de diciembre y la última, el 25 de diciembre, después olvíiiiidense: voy a estar muy ocupado abriendo mis cientos de regalos como para seguir publicando algo más.
Dado que este período coincide con el adviento, pensé llamarlo el "Calendario de Adviento de Bradley", pero este título no me representaba demasiado, así que en su lugar se me ocurrió "CALENDARIO MALVIENTO".

Supongo que voy a estar muy ocupado terminando la trampa como para responder a cualquier publicación en mi muro que me puedan enviar,  así que no se molesten en tratar de convencerme de que no lo haga o rogarme para que me detenga. ¡Y no estoy interesado en ningún otro tedioso comentario que deseen hacer!

Aquí estoy deseandoME una feliz y llena de presentes Navidad.

Suyo, vengativamente.

Bradley Bartleby



PD: Me han dicho que en Argentina todavía hay floowers...blorers...bloggers? así que si son gente de otro siglo podrán seguir mi lindísimo Calendario Malviento también en este blog, ya he amenazado a uno de mis secretarios con arrojarle a los tigres si no se encarga de actualizarlo, lo tengo encerrado en una de las 126 habitaciones de casa con una vieja Commodore de papá. (Este no se escapará, de los otros dos a uno lo pisó el elefante y al otro lo vinieron a buscar del loquero...¿porqué será?)